miércoles, 19 de enero de 2011

meth addict

Crystal Meth

The Effects Of Crystal Meth by Mike Çota

Face of addiction - The effects of crystal meth

La droga mas peligrosa del mundo - crystal - meth - parte 5 de 5

La droga mas peligrosa del mundo - crystal - meth - parte 4 de 5

La droga mas peligrosa del mundo - crystal - meth - parte 3 de 5

La droga mas peligrosa del mundo - crystal - meth - parte 2 de 5

La droga mas peligrosa del mundo - crystal - meth - parte 1 de 5

¿Que es la Metanfetamina?

La metanfetamina es una droga estimulante que afecta el sistema nervioso central y es similar en estructura a la anfetamina. Debido al alto potencial que tiene para el abuso, la metanfetamina está clasificada como un fármaco de la Lista II de acuerdo a la Ley sobre Sustancias Controladas, y se puede obtener sólo por medio de prescripción médica no renovable. Aunque los médicos pueden recetar la metanfetamina, sus usos médicos son limitados y las dosis que se recetan son mucho más bajas que las que normalmente se consumen cuando se abusa.
La mayoría de la metanfetamina que se abusa en los Estados Unidos viene de súper laboratorios extranjeros y nacionales, aunque también se puede producir en pequeños laboratorios clandestinos, donde se ponen en peligro a las personas que la elaboran, a los vecinos y al medio ambiente.
¿Cómo se abusa la metanfetamina?
La metanfetamina es un polvo blanco, cristalino, inodoro y amargo que se disuelve fácilmente en agua o alcohol y que se puede fumar, inhalar, inyectar o tomar de forma oral.
¿Cómo afecta la metanfetamina al cerebro?
La metanfetamina aumenta la liberación y bloquea la reabsorción del neurotransmisor dopamina, produciendo concentraciones muy altas de esta sustancia química en el cerebro. Esto constituye un mecanismo de acción común de la mayoría de las drogas de abuso, ya que la dopamina juega un papel importante en la gratificación, la motivación, la sensación de placer y la función motora. La habilidad de la metanfetamina de liberar rápidamente la dopamina en las regiones de gratificación del cerebro es lo que produce la euforia intensa o “rush”, que muchos consumidores sienten después de inhalar, fumar o inyectarse la droga.
El abuso crónico de la metanfetamina cambia de forma significativa el funcionamiento del cerebro. Los estudios no invasivos de neuroimágenes del cerebro humano han mostrado alteraciones en la actividad del sistema dopaminérgico que están asociadas con una disminución en el rendimiento motor y un deterioro en el aprendizaje verbal. Asimismo, estudios recientes en personas que han abusado de metanfetamina por periodos prolongados también revelan cambios graves de estructura y función en las áreas del cerebro asociadas con las emociones y con la memoria. Esto podría explicar muchos de los problemas emocionales y cognitivos que se observan en los abusadores crónicos de metanfetamina.
El abuso repetido de la metanfetamina también puede llevar a la adicción, una enfermedad crónica con recaídas caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivo de la droga, que viene acompañada por cambios químicos y moleculares en el cerebro. Algunos de estos cambios perduran mucho tiempo después del cese del consumo de metanfetamina. Sin embargo, se ha observado que algunos cambios se revierten después de periodos sostenidos de abstinencia (por ejemplo, más de 1 año).
¿Qué otros efectos adversos para la salud tiene la metanfetamina?
El consumo de metanfetamina, incluso en pequeñas cantidades, puede resultar en muchos de los mismos efectos físicos de otros estimulantes como la cocaína o la anfetamina, incluyendo una prolongación del estado de vigilia, mayor actividad física, disminución del apetito, aumento de la frecuencia respiratoria, aceleración de la frecuencia cardiaca, irregularidad del latido del corazón, aumento en la presión arterial e hipertermia.
El abuso a largo plazo de la metanfetamina tiene muchas consecuencias negativas, entre ellas, una pérdida extrema de peso, problemas dentales graves (boca de metanfetamina o “meth mouth”), ansiedad, confusión, insomnio, perturbaciones en el estado de ánimo y comportamiento violento. Las personas con historial de abuso prolongado de metanfetamina también demuestran varias características psicóticas, como paranoia, alucinaciones visuales y auditivas y delirio (por ejemplo, la sensación de tener insectos que caminan debajo de la piel).
Otras consecuencias que pueden resultar del abuso de la metanfetamina incluyen la transmisión del VIH y de la hepatitis B y C. Los efectos intoxicantes de la metanfetamina por cualquier vía de administración pueden alterar el juicio y la inhibición y hacer que los usuarios practiquen actividades peligrosas, por ejemplo, comportamientos sexuales de riesgo. Los toxicómanos que se inyectan la droga pueden transmitir el VIH y otras enfermedades infecciosas a través de agujas o jeringuillas contaminadas u otros equipos utilizados para inyectar la droga, cuando éstos se comparten entre varias personas. El abuso de la metanfetamina también puede empeorar la evolución del VIH y sus consecuencias. Los estudios indican que el VIH causa mayor daño neuronal y cognitivo en las personas VIH+ que tienen historial de abuso prolongado de metanfetamina en comparación con las personas VIH+ que no usan la droga.
¿Qué opciones de tratamiento existen?
Actualmente, la mayoría de los tratamientos eficaces para la adicción a la metanfetamina son intervenciones integrales cognitivo-conductuales. Por ejemplo, un tratamiento que ha logrado reducir el abuso de metanfetamina es el Modelo Matriz, un enfoque integral de tratamiento conductual que combina terapia conductual, educación familiar, consejería individual, grupo de apoyo de 12 pasos, pruebas de detección para el consumo de drogas y fomento de actividades no relacionadas a las drogas. Asimismo, las intervenciones de manejo de contingencias han demostrado ser eficaces ya que proporcionan incentivos tangibles a cambio de tomar parte en el tratamiento y mantenerse abstemio. Actualmente, no hay medicamentos aprobados para el tratamiento de la adicción a la metanfetamina; sin embargo, ésta es un área de investigación activa para el NIDA.
¿Cuál es la magnitud del abuso de la metanfetamina?
Estudio de Observación del Futuro
El Estudio de Observación del Futuro del 2008, una encuesta nacional sobre el consumo de drogas entre los estudiantes de 8º, 10º y 12º grado, ha demostrado una disminución general en el abuso de metanfetamina en los últimos años, sin embargo, continúa siendo preocupante. Los resultados de la encuesta muestran que el 2.3 por ciento de estudiantes de 8º grado, el 2.4 por ciento de estudiantes de 10º grado y el 2.8 por ciento de estudiantes de 12º grado han probado metanfetamina alguna vez en la vida. Además, en el 2008 el 0.7 por ciento de estudiantes de 8º grado, el 0.7 por ciento de estudiantes de 10º grado y el 0.6 por ciento de estudiantes de 12º grado eran usuarios actuales, es decir, habían abusado de la metanfetamina en el mes anterior a la encuesta. Del 2007 al 2008, el abuso de metanfetamina en la categoría de “en el año anterior a la encuesta” se mantuvo estable en los tres grados encuestados.
El número de personas de 12 años de edad o mayores que reportaron haber usado metanfetamina en el año anterior a la encuesta disminuyó de 1.9 millones en el 2006 a 1.3 millones en el 2007. Se calcula que unos 529,000 americanos (el 0.2 por ciento de la población) eran usuarios actuales de metanfetamina (habían usado la droga por lo menos una vez en el mes anterior). De las 157,000 personas que usaron metanfetamina por primera vez en el 2007, la edad media del primer uso fue de 19.1 años, menor que la edad media de 22.2 años registrada en el 2006.
Adicción
Como ya se ha mencionado, la metanfetamina es un estimulante incluido por la Convención Internacional de Psicotrópicos en la Lista II (Schedule II), lo cual significa que la droga tiene un alto potencial de adicción y sólo es accesible por medio de recetas médicas oficiales, que no se pueden renovar.
La metanfetamina es conocida por su reputación de estimulante adictivo. Como la anfetamina, esta droga incrementa la actividad, reduce el apetito y produce una sensación general de bienestar. Excita receptores neuronales vinculados a las señales de recompensa y gratificación: produce euforia, alivia la fatiga y mejora el rendimiento en tareas simples.
Se fabrica en laboratorios clandestinos usando procedimientos sencillos e ingredientes relativamente baratos, generalmente de fácil acceso. Por esta causa, sobre todo en Estados Unidos, se han establecido normas legales sobre una serie de sustancias químicas que pueden servir como precursores o reactivos en la síntesis de esta droga, por ejemplo la efedrina. Estos factores se combinan para hacer de la metanfetamina una droga de gran circulación, cuyo abuso está muy extendido en Estados Unidos y en varios países de Europa.
El producto vendido en la calle se conoce por muchos nombres como "anfetas", "meta" y "tiza" en español (o bien: meth y crank, en inglés). El clorhidrato de metanfetamina consiste de pedazos de cristales transparentes parecidos al hielo, que se pueden inhalar fumándolos. En esta forma se conoce como "hielo", "cristal" y "vidrio" en español (ice, crystal, glass en inglés).
Los efectos de la metanfetamina pueden durar hasta 6 u 8 horas. Los adictos a esta sustancia, pueden permanecer despiertos durante varios días. Esto genera un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo. Sin embargo, la droga bloquea las señales somáticas (como fatiga, sueño, hambre) que advierten sobre el deterioro funcional progresivo. En estos casos, una vez que la droga abandona el organismo, estos sujetos pueden experimentar estados de gran agitación psicomotriz, a veces asociados con comportamientos violentos y delirios persecutorios, llegando a cuadros de disociación psíquica apenas distinguibles de los que caracterizan a una esquizofrenia de tipo paranoide. Estas manifestaciones psiquiátricas de toxicidad se producen por sobredosificación y en casos de adicción crónica a dosis altas (especialmente por vía parenteral); en estos casos se denominan psicosis anfetamínicas en la práctica clínica.